martes, 4 de febrero de 2014

hora venticinco

1h.25´37" me he pegado marchando esta mañana.

Mientras camino, pienso en cualquier cosa menos en el propio caminar. Eso ya se hace con el alma.

Hoy me vino a la cabeza cual sería la verdadera diferencia entre un gay, una lesbiana, una persona con síndrome de down, un mendigo, un inmigrante en situación ilegal, un autista, un mayor con alzhéimer, una persona necesitada del uso permanente de una silla de ruedas, un ciego y un estúpido y estandarizado individuo normal como se podría suponer que soy yo, cara a la galería.

Camino de la cama ya, y sigo sin ver la diferencia. ¿Realmente la hay? Me jodería perder tiempo en buscar algo inexistente.