viernes, 24 de enero de 2014

Que ganas tengo de volver a ser Pepe el Marcheta

Este pasado martes, camino del sur por la autopista, vi un grupito de unos cuatro ciclistas rodar por un camino de tierra paralelo a la carretera.

Lo primero que pensé fue lo bonito que es el ciclo cross. Lo segundo que nunca entrenaré acompañado.

Lo más sagrado que hay en mi vida debo hacerlo en solitario, pensando cada paso que doy, nunca mejor dicho.

Meses llevo ya, por no decir prácticamente un año, buscándome a mí mismo para recuperar la principal, y prácticamente única cualidad deportiva que tengo, la motivación.

No hay manera de pasar, del modo mantenimiento, en el que me he instalado desde hace un año, al modo pasionario de antaño, en el que siempre tenía un reto personal y un viaje montado a seis meses vista.

Fíjense, si ya casi ni me reconozco a mí mismo. ¿Se pueden creer que hace unos días me gritaron, desde un coche "Adiós Don José!" y levanté la mano saludando instintivamente?.

En las últimas semanas me susurro al oído, de madrugada, mientras cumplo con mi ritual sagrado de marchar 10 kilómetros, "yo soy marcheta...yo soy marcheta...yo soy marcheta...no soy José no se qué...."

Que ganas tengo de volver a ser Pepe el Marcheta oiga. Qué ganas!

Enlace al Canarias 7 de hoy, a una columna de opinión sobre aquel atletismo de antaño y su sucesor actual: el multitudinario correr en el asfalto